NAVIDAD
PERUANA
Por: Pascual E. ALEJO
RETTIZ
Correo - Huánuco 27 de Diciembre del 2009
Nos hemos preguntado alguna vez, cómo es
nuestra navidad nacional?. Al parecer la Navidad que se vive en casi todo el
planeta de la fe cristiana no es sólo recordar el nacimiento del niño Dios y
tampoco será solo de chocolates y regalo para los infantes de todos los géneros
y clases sociales.
Así que, en el caso del Perú la navidad tiene
sus motivos costumbristas nacidos con la invasión española, en donde cada
nación del pasado puso de manifiesto la estampa costumbrista de su fe y
veneración al nacimiento del hijo de Dios Jehová llamado Jesús. Las naciones
que tuvo el tahuaintisuyo, fueron suplantadas con las famosas fundaciones de
ciudades y villas de aquella invasión española; quienes después de más de dos
centurias de años y al grito de la independencia del PERÚ desde 1821, donde más
allá de la libertad lograda con el concurso de generales y soldados extranjeros
que mezclados con la sangre de nuestros gloriosos hombres oprimidos de
entonces, juraron la independencia de la patria y que nunca se llegó a
reivindicar a las naciones peruanas y tampoco en el presente siglo XXI.
La tibia manera de gobernar y administrar
nuestros pueblos, son actitudes reprobables de cuantos gobernantes, que lucran
con la sensibilidad humana de todos los tiempos y que solo en las fechas
preliminares al 25 de Diciembre de todos los años se esmeran en confundir a los
pueblos y barrios, sean estos urbanos, marginales y rurales más oprimidos del
Perú, llenándolos de promesas y regalos, y si esto se acompaña con fechas
preelectorales las cosas son más incisivos en busca de ganar adeptos para la
tienda política que representan, sin importarles la dignidad y el clamor de sus
lamentos de todos los días de nuestros hijos que al parecer solo en cada
navidad son asistidos con algún regalo o alimentados con una taza de chocolate
y un pedazo de panetón o biscochos.
Con razón afirmamos que la fecha de la
navidad, sólo es oportunidad de un día para los niños de todos los estratos y
condiciones sociales. Testigos somos como en el caso de los andes, de las
costas y de la selva sus niños son agrupados en sueños de colores e ilusiones
con las dadivas que lanza nuestros gobernantes de turno. Sí, éstos que fungen
de querendones en estas fechas y que en algún momento también fueron niños,
pero no les significa mayor importancia en su vida.